Mientras más del 80% de los habitantes de Tianguistengo, Hidalgo, sobrevive en pobreza, el alcalde de Nueva Alianza, Febronio Rodríguez, dio cátedra de cómo la “austeridad republicana” solo aplica para los de abajo.
El edil organizó una fiesta de XV años multimillonaria para su hija, con El Komander como artista invitado, 800 asistentes, banquete de lujo y espectáculos que ya quisieran muchas campañas políticas. Eso sí, todo lejos de su municipio, en Zacualtipán, para no ensuciarse los zapatos con el polvo de Tianguistengo.
¿Cuánto costó la fiesta?
💵 El costo estimado ronda los 2 millones de pesos.
Pero no pasa nada, cuando se trata de la realeza política, el dinero “aparece” como por arte de magia.
Entre narcocorridos, comida gourmet y shows privados, el presidente municipal dejó claro que en Hidalgo la pobreza es decorativa… para los de siempre.
¿Y el pueblo?
Mientras tanto, los habitantes de Tianguistengo siguen esperando agua potable, servicios de salud dignos y calles que no parezcan de guerra.
Pero claro, prioridades son prioridades: primero las fiestas, luego (si sobra) el pueblo.
¿De dónde salió tanto dinero?
La versión oficial será la de siempre: “aportaciones voluntarias”, “cooperaciones de amigos”, “regalos de buena fe”.
En los hechos, la ecuación es sencilla: en Hidalgo, la austeridad es para los jodidos y el despilfarro es para los que mandan.
Porque aquí, mientras los ciudadanos jalan la carreta, los políticos se pasean en Cadillac…
El pueblo primero… pero solo en los discursos.