La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) emitió este 30 de octubre una sanción de tres años al expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, tras su mala conducta durante la final de la Copa Mundial Femenina. El castigo se relaciona con un controvertido incidente en el derrocado entrenador besó a la fuerza a una jugadora en los labios durante la ceremonia de entrega de trofeos.
La FIFA no ha proporcionado detalles específicos sobre el veredicto alcanzado por los jueces de su comité disciplinario, quienes investigaron cargos relacionados con “reglas básicas de conducta decente” y “comportamiento que desprestigia al deporte del fútbol y/o a la FIFA”.
Además de esta sanción, Rubiales enfrenta una investigación penal en España por el incidente con la jugadora Jenni Hermoso, en el que la besó en los labios después de la victoria del equipo español por 1-0 sobre Inglaterra el 20 de agosto en Sydney, Australia.
Durante todo este proceso, Rubiales ha negado haber actuado de manera inapropiada y se le ha impuesto una orden de alejamiento para evitar el contacto con Hermoso por parte de un juez en Madrid.
El comportamiento del exentrenador durante el torneo ha sido objeto de controversia. Durante ese mismo juego de final, imágenes captan el momento en que se agarra la entrepierna en un gesto de victoria en la exclusiva sección de asientos, junto a la reina Letizia de España y la princesa Sofía, de 16 años, tras el pitido final en Sydney.
La FIFA también ha citado un tercer incidente que contribuyó a su destitución de la presidencia de la Federación Española de Fútbol y a la sanción impuesta: “llevar a la jugadora española Athenea del Castillo sobre su hombro durante las celebraciones posteriores al partido”.
Además de la sanción, la FIFA ha justificado la prohibición provisional de Rubiales argumentando el riesgo de manipulación de testigos por parte del expresidente y sus aliados. Esta prohibición se extenderá más allá de la próxima Copa Mundial masculina en 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
Rubiales renunció a sus cargos en el fútbol en septiembre, después de tres semanas de desafíos que aumentaron la presión sobre él por parte del gobierno español y los jugadores de la selección nacional.
Este castigo marca un episodio significativo en la carrera de Luis Rubiales y plantea preguntas sobre el comportamiento de los funcionarios deportivos en el más alto nivel del fútbol internacional. La FIFA ha dejado claro que no tolerará conductas que dañen la integridad y el prestigio del deporte que tanto amamos.