El peso mexicano experimentó un ligero respiro este miércoles, apreciándose un 0.08% y cerrando en 20.08 unidades por dólar. Esto se dio tras una sesión con alta volatilidad luego de que Donald Trump se alzara con la victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un resultado que hizo temblar inicialmente a los mercados, pues sus políticas comerciales suelen percibirse como perjudiciales para la economía de México.
Una toma de utilidades en un mercado expectante
Erick Martínez, estratega de tipo de cambio en Barclays, afirmó que el mercado había anticipado una victoria de Trump, y lo que se observó este miércoles fue una toma de utilidades tras la primera reacción negativa. Sin embargo, el experto no vislumbra una apreciación sostenida del peso en el futuro cercano. “No veo muchas condiciones para una apreciación más sostenida de la moneda”, comentó Martínez, sugiriendo que el mercado seguirá en alerta ante las políticas comerciales y migratorias del nuevo presidente estadounidense.
Comparativa con 2016: Una caída menos severa
Si bien el peso reaccionó de manera negativa al triunfo de Trump, los analistas señalan que la depreciación fue mucho menos drástica que la de 2016, cuando la moneda se desplomó un 8.5% tras la primera victoria del magnate. Esto podría interpretarse como una señal de que los mercados están mejor preparados para enfrentar los cambios y políticas del presidente electo, aunque la volatilidad sigue siendo una constante.
¿Qué sigue para el peso mexicano?
Los analistas coinciden en que la moneda se mantendrá bajo presión, especialmente a medida que Trump dé a conocer su plan económico para los próximos cuatro años. Los mercados estarán atentos a posibles ajustes en acuerdos comerciales y políticas fiscales, factores que podrían influir en el tipo de cambio en las semanas por venir.
En un contexto de alta incertidumbre, los inversionistas se mantendrán cautelosos, y es probable que la moneda continúe oscilando mientras el mercado asimila el regreso de Trump a la Casa Blanca.